Los extranjeros suponen un tercio de la población pero su peso electoral se reduce al 6 por ciento

Fecha Publicación: 
26 Marzo 2011

Sur |  Noticia

Conviven con nosotros, comparten las bondades y los defectos de la ciudad de Marbella, pagan sus impuestos como ciudadanos inscritos en el padrón, pero quién gobierne en el Ayuntamiento es un asunto que no les genera demasiado interés. Los ciudadanos extranjeros que eligen Marbella para emprender una nueva vida personal y laboral aún en tiempos de crisis son cada vez más numerosos.

Basta con echar un vistazo al censo que el pasado año registró 1.293 nuevos vecinos foráneos. Representan más de la mitad del total de registrados en el padrón en 2010; y casi el 30% en términos generales. Sin embargo, cuando se les toca el tema político, optan por mirar para otro lado.

De ello da buena muestra el censo electoral publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) cara a los comicios municipales del 22 de mayo. De los 21.612 habitantes extranjeros con derecho a voto en Marbella, según los datos del padrón municipal a fecha de 31 de enero de 2011, solo 5.419 han solicitado poder depositar su papeleta en una urna electoral ese día. Ahondando más en los datos, nos encontramos con que tan solo representan el 6,84% del total del censo. Pese a irrisorio de la cifra, la ciudad supera la media nacional, que se sitúa en el 1,36 %, cifra similar a la del conjunto de la comunidad andaluza.

Este año, además de los residentes nacidos en países de la Unión Europea, los ciudadanos de Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Ecuador, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay y Perú que se inscribieron en el censo electoral hasta el pasado 25 de enero podrán participar en las elecciones, en virtud de los acuerdos alcanzados por España con cada uno de los citados países.

En Marbella, son lógicamente mayoritarios los ciudadanos europeos que acudirán a la cita con las urnas, 5.068, frente a un total de 351 de países extracomunitarios. La cifra, no obstante, supera a la registrada en la anterior convocatoria de elecciones, en la que pudieron ejercer su derecho a voto 3.884 extranjeros, aunque entonces, solo se trataba de ciudadanos pertenecientes a países de la UE.

Pese al bajo interés mostrado por la comunidad de residentes extranjeros en la ciudad hacia las próximas elecciones municipales, también es cierto que Marbella se sitúa a la cabeza de toda la provincia en cuanto al número de foráneos que ejercerán su derecho a voto. De hecho, el 14% del total de extranjeros que votará el 22 de mayo en el conjunto de municipios de Málaga (38.542), lo hará en la ciudad costasoleña.

El voto de la población inmigrante podría ser la llave para la alternancia política en numerosos municipios de la provincia, donde las diferencias de los partidos ganadores fue en las últimas elecciones municipales mucho menor de la participación que tendrán los ciudadanos procedentes de otros países.

Estepona

No es el caso de Marbella, pero sí se la juegan por ejemplo en Estepona (El PSOE sacó 3.700 votos al segundo más votado, el PES, que superó en apenas 474 votos al PP). En esta localidad hay 3.228 inmigrantes (3.170 comunitarios, y 58 extracomunitarios) que han solicitado su derecho a votar. Representan el ocho por ciento del censo.

Los partidos, conscientes de que cualquier voto es importante preparan medidas específicas en sus programas que, de momento y hasta el inicio de la campaña, prefieren no desvelar. No obstante, el trabajo con este segmento de población ha comenzado ya en Marbella. El Partido Popular está celebrando reuniones con extranjeros residentes en cada uno de los distritos. La primera, estaba programada para Las Chapas. El partido quiere conocer las inquietudes de estos posibles votantes, pero también ponerles cara y nombre, de ahí que la inscripción previa sea necesaria para acudir a estos encuentros. En las filas del PSOE también se han puesto en marcha mesas sectoriales, más dirigidas al colectivos de extracomunitarios, sobre todo latinoamericanos y musulmanes.

De momento, y vistas las cifras de participantes, parece que el trabajo de los políticos en este sentido debe ser más intensivo para convencer a un mayor número de ciudadanos foráneos.

 

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