«Alicante va por delante de la Región de Murcia por su aeropuerto y el turismo»

Fecha Publicación: 
26 Noviembre 2011

Luis del Rivero (Murcia, 1950) rompe su silencio después de que fuera destituido el mes pasado como presidente de Sacyr Vallehermoso, a raíz de la pugna interna por el control de Repsol. Asegura que no se siente traicionado por nadie y atribuye lo sucedido a la «democracia empresarial». Este «amante de los números» abruma con la lógica de los conocimientos que le han llevado a levantar, empezando en 1986 en la Región de Murcia, una de las mayores constructoras. Ayer fue premiado por los ingenieros de caminos. Reivindica sus raíces murcianas y las de sus antepasados. «Soy de la Murcia profunda», declara. Sus planes son sus siete nietos, y el que está por llegar.

 La Verdad | Entrevista (Luis Fernando del Rivero Asensio, expresidente de Sacyr Vallehermoso)

Luis del Rivero (Murcia, 1950) rompe su silencio después de que fuera destituido el mes pasado como presidente de Sacyr Vallehermoso, a raíz de la pugna interna por el control de Repsol. Asegura que no se siente traicionado por nadie y atribuye lo sucedido a la «democracia empresarial». Este «amante de los números» abruma con la lógica de los conocimientos que le han llevado a levantar, empezando en 1986 en la Región de Murcia, una de las mayores constructoras. Ayer fue premiado por los ingenieros de caminos. Reivindica sus raíces murcianas y las de sus antepasados. «Soy de la Murcia profunda», declara. Sus planes son sus siete nietos, y el que está por llegar.

-¿Lo suyo es un deporte de alto riesgo? ¿Se puede considerar así cuando un empresario llega a la cima, expuesto a éxitos y fracasos?

-Soy un ingeniero de caminos de Murcia, donde pasé 22 años de mi vida profesional desde que empecé allá por 1972. He tenido la suerte de participar en las principales obras realizadas en esta Comunidad, como la cimentación de la Ronda Oeste, la puesta en regadío del Campo de Cartagena, todos los sectores del Trasvase, las autovías Alhama-Puerto Lumbreras y del Noroeste y últimamente el aeropuerto y la desaladora de Águilas.

-¿Y fuera de Murcia, desde la presidencia de Sacyr? Le han llamado murciano de dinamita; un empresario osado que ha apostado muy fuerte en ciertos momentos.

-Eso es de gente que ha leído a Miguel Hernández y dice que los murcianos son de dinamita frutalmente propagada... Por ahí vendrán las cosas. Pero no. Una de mis vertientes es la de empresario agrícola. Tengo 1.500 hectáreas de cítricos en producción con un socio. Por otra parte (en referencia a Sacyr), para mí es un honor haber creado desde Murcia, con otros dos ingenieros y con la sociedad Sato, una empresa que trabaja en los cincos continentes y que tiene adjudicadas las obras más emblemáticas del mundo, como el Canal de Panamá, el Puente de Mesina, la ampliación de la desaladora de Perth en Australia, o la mayor desaladora de Israel. Son hitos importantes y algo gozoso para un ingeniero de caminos.

-¿Vista su trayectoria como presidente de Sacyr, su ambición le ha llevado demasiado lejos, o ha sido una ambición ajustada al mundo de los negocios? ¿Ha mordido más de lo que podía digerir la empresa?

- Todas las decisiones que se tomaban en Sacyr no corresponden a una persona. Son colegiadas y en absoluto han ido más allá de donde se podía. Lo que pasa es que se han encontrado con gente que decía lo que nosotros pensábamos... Nunca hemos pretendido que se vendieran activos de nuestras participadas, como en el caso de Repsol, a pesar de que alguien lo ponía en nuestra boca. Hemos sido incluso más prudentes, ya que algunas de las ventas que se han realizado no nos han hecho mucha gracia. Todo ese tema de la desmembración y 'fileteamiento' es absolutamente falso.

-¿Metió miedo el Gobierno con el pacto de Pemex-Sacyr, en el sentido de que se iba a perder la españolidad de Repsol? ¿Encontró mucha oposición?

-No entiendo la pregunta. Es un tema entre empresas particulares. Era una operación entre dos accionistas de una compañía que creyeron que era lo mejor y así lo hicieron. La operación tenía ventajas para Repsol desde el momento en que le permitía acceder de una forma clara a los contratos de servicios del Golfo de México en aguas profundas, y que por lo tanto podía ser, y es, muy beneficioso para Repsol, para Pemex y para todos los accionistas. Pemex es una compañía que invierte 20.000 millones de dólares al año, y Repsol 6.000 millones de euros. Si es una sociedad que está muy desarrollada, lógicamente puedes aspirar al 20% ó 25% de esos trabajos a precio de mercado y sin perjuicio de nadie. Eso suponía además doblar la facturación de Sacyr. Y si se tenía esa experiencia industrial, se podía aspirar a tener otro tanto en todo el mundo y multiplicar por tres su facturación. Es una sindicatura que hoy por hoy está vigente.

-Se dijo que dicho pacto podía afectar a la nueva refinería de Cartagena porque Pemex podía incentivar más la producción en México y reducir la que aquí.

-Eso es absurdo. Quien dijera eso, que no sé quien lo ha dicho, no tiene ni idea. Lo habrá hecho con la peor y la más aviesa de las intenciones. Los países productores no tienen ningún problema en colocar sus productos. Además, el mayor factor de conversión de Cartagena es bueno para los petróleos mayas. El acuerdo es maravilloso para Pemex, para Repsol y para Sacyr.

-¿Qué falló en Sacyr que provocó su salida de la presidencia?

-Las diferencias de criterio entre los accionistas, que en un momento dado sobre ese punto estaban 19 a cero y que luego hubo un momento en el cual yo perdí una votación. Esa es la democracia empresarial. Pero sigo siendo consejero de Sacyr y uno de los principales accionistas.

-¿Se sintió respaldado por Tomás Fuentes, y traicionado por..?

-...Yo no me he sentido traicionado por nadie. Creo es que es una operación muy interesante. La compañía tiene ahora nuevos directivos que buscarán la forma de hacerla interesante.

-¿Está usted entre los que opinan que con el cambio de Gobierno mejorará la situación económica en España, o piensa que todo va a seguir igual? ¿Qué percibe?

-Aún no tenemos nuevo Gobierno, sino cinco días, y no hay mejoras en las bolsas. Creo que el problema tiene otras coordenadas. El nuevo Gobierno seguramente tendrá una mayor frescura de ideas. Eso espero para todos.

-Siendo presidente de Sacyr, Rodríguez Zapatero le consultó en algunas ocasiones. ¿Usted aprecia errores en la actuación del Gobierno anterior?

-En los últimos siete años habré hablado dos o tres veces con Zapatero. No tengo ninguna relación con él.

-Fue uno de los grandes empresarios convocados a La Moncloa.

-Eran reuniones con cuarenta personas, pero en dos o tres años habré visto dos o tres veces a Zapatero; mucho menos que otra gente. Eso también forma parte de los mitos y de las cosas que tienen lugar...

-¿Le cuelgan muchas leyendas negras?

-No es que sean negras...

-Negras, blancas o amarillas...

-...En este caso podían ser rojas... (Risas).

-¿Cree usted que mandan los mercados? ¿Que son los que quitan y ponen gobiernos?

-Hay un país que, claramente, se ha comido la industria mediana y pequeña del resto; de Europa y de los Estados Unidos. Todo lo hace más barato. Luego hay otros factores, como la moneda de referencia, que históricamente era una, y pasan a ser dos. Eso siempre es complicado. También es verdad que a los señores que compran deuda soberana les gusta que aquellos a quienes prestan tengan sus cuentas en orden para poder recuperar su dinero. Casualmente, cada vez que se producen vencimientos importantes de algún país aparecen movimientos que suben 300 y 400 puntos básicos.

-¿Hay mucha codicia ahora? ¿Más que antes?

-No lo sé, porque no tengo el 'codiciómetro'... (Risas).

-¿Qué teoría comparte: la keynesiana según la cual el Estado debe invertir mucho para revitalizar la economía; o la que propone más recortes?

-Sin agua no hay vida. Y con exceso de agua nos ahogamos. Llevado a este tema, sin agua, con un recorte de los créditos pasó lo del Crack del 29 con una crisis muy tremenda de la que se salió con una guerra mundial. Que no es una forma muy buena. Y con el exceso de agua se produjo la República de Weimar, con inflaciones de 1 millón al día. Eso tampoco es bueno. Hablando en términos de liquidez, hay que tener el agua necesaria para que la economía pueda funcionar, y no la que produzca desbordamientos.

-¿Está pagando España las consecuencias del boom urbanístico, como origen de todos los males?

-España tiene 3.000 horas de sol, unas costas maravillosas y un enclave singular. Si hacemos un repaso de la cuenca mediterránea vemos que no es lo mismo que aquí. A la población europea, que suma 400 millones, le gusta en términos generales tener una vivienda cuando se jubile, con muchos años por delante por disfrutar. Cuando alguien hace viviendas en La Nucía (Alicante), está pensando en venderlas a los habitantes de allí, a España y a Europa. Pero las que se construyan en Soria o en Copenhague solo serán para los que vivan en esos lugares. Una de sus industrias fundamentales en España es el turismo y su derivada residencial. Pero si nos dedicamos durante un tiempo, como han hecho ciertos partidos políticos, a criticar todo el modelo y a decir que en España no hay seguridad jurídica, al final acabamos matando la gallina de los huevos de oro. Un turista pasa normalmente una semana en España. Si tuviéramos tres millones de señores, la mayoría jubilados, que pasaran 40 semanas en España, serían 120 millones de turistas que ayudarían a nivelar la balanza de pagos.

-¿Ve negocio claramente en el nuevo aeropuerto de la Región de Murcia, con los antecedentes de Ciudad Real, Castellón, León?

-Usted que ha escrito algún libro sobre el Trasvase no debería decir esas cosas. Fruto del magnífico clima, la aeronáutica militar siempre ha estado ligada a la Región de Murcia. Aquí se sustituye un aeropuerto por otro. ¿Por qué? Porque uno es el aeropuerto más importante en la formación de los militares. Y porque una provincia como ésta necesita un gran aeropuerto civil. Si lo comparamos con León o Ciudad Real, pues con todos mis respetos para los señores de León que son la madre de Castilla... El aeropuerto de Corvera arranca con el cierre y traspaso de toda la gente de San Javier, lo que significa potencialmente dos millones de viajeros. Tengo en el corazón dos cuestiones sobre ese aeropuerto. Cuando nací, mi bisabuelo era el presidente de la Diputación de Murcia, y en los papeles aparece alguna foto suya del año 1949 intentando hacer el aeropuerto civil en el campo de El Palmar. Es una vieja aspiración. Luego, cuando tenía 12 años, en la revista Tiempos Nuevos leí que la provincia de Alicante iba por el número 30.000 de matrículas de coches, y la de Murcia por el 36.000. Era una forma de medir la riqueza entre las provincias. ¿Por qué Alicante tiene hoy doce diputados y Murcia diez? ¿Por qué Alicante es la cuarta provincia y Murcia está detrás? Hubo dos factores. Uno fue el aeropuerto de El Altet , y el otro 8.000 pieds-noirs llegados de Argelia, muchos de ellos de procedencia murciana, que se instalaron en la zona de Alicante y Benidorm y atrajeron el turismo. El aeropuerto y el turismo nos diferenciaron. Nosotros necesitamos ese aeropuerto. También nos hizo un gran daño que la autopista estuviera 20 años paralizada en Alicante. A mí como murciano me hubiera gustado pagar veinte años antes y que las autopistas hubieran llegado.

-El delegado del Gobierno dijo que han sido Aena y el Ministerio de Fomento quienes han salido al rescate del nuevo aeropuerto. Y por otro lado está la gran inversión en Alicante para duplicar la capacidad de su aeropuerto.

-Estas cosas no me importan nada. Ya le he dicho cuáles son mis raíces. Mi bisabuelo era presidente de la Diputación. Si va a los cuadros de los presidentes, están su padre y su abuelo. Lo que digan el delegado del Gobierno o Aena me da igual. Yo soy de la Murcia profunda. No de lo que digan o dejen de decir. Creo que es muy bueno mantener la Academia General del Aire. Mi padre era un capitán profesor y le tengo un cariño especial a esa institución. Es lógico que se tenga también un brazo potente de desarrollo.

-¿Se implicaría en el Corredor Mediterráneo de mercancías? ¿Qué opina del diseño de AVE para todos del Gobierno central?

-Como ingeniero y constructor soy un defensor del AVE. Pero en este asunto tengo algo de Doctor Jekyll y Mister Hyde. El AVE es un tren de alta velocidad para conectar importantes masas de ciudades y habitantes que estén a dos horas como máximo. Creo que es importante tener un AVE Madrid-Valencia, Madrid-Barcelona, Barcelona-Valencia, y punto. Sin embargo, se ha olvidado el equilibrio hidráulico de España; que es la gran asignatura pendiente. Hoy por hoy el mejor plan fue el que hizo José Borrell, y es necesario volver a levantar la bandera del equilibrio hidráulico porque eso sí que produce riqueza y uniformidad. En España hay agua suficiente, que puede ser completada con desaladoras. Esto lo dice quien está haciendo la mayor desaladora de España, de Israel y del mundo en Australia, y quien tiene diez desaladoras privadas en sus fincas. En el tema del AVE, cuando uno bate un récord, generalmente es que se ha equivocado. Cuando un país como España tiene más kilómetros de AVE, se ha equivocado.

-Ha mencionado a Borrell, ¿sabe que luego cambió de opinión?

-Borrell, lo que pasa, es que está casado con una señora que a mí me considera antiguo, pero en el fondo piensa lo que piensa...

-Cuando se levanta por la mañana o se mete en la cama, ¿qué tiene en mente? ¿Lo hace pensando en la prima de riesgo?

-Me levanto pensando en mis nietos. Tengo siete y voy por el octavo. (Risas). Es lo que más me importa. Y lo que más me preocupa sin duda es estar en un país que tiene un número muy elevado de parados.

-¿Le sorprende que no se haya producido un estallido social?

-Sobre eso tengo una teoría. Cuando España marcó el punto máximo de ocupación, con 1.600.000 parados, en ese momento había 2,5 millones de extranjeros afiliados a la Seguridad Social. Cuando alguien me explique esta maravillosa ecuación, entonces entenderemos todo lo demás. Ese estallido no se produce porque España tiene una cobertura de paro a dos años.

-¿Apoya el copago sanitario?

-Obviamente. Como no soy político puedo decir lo que pienso. Soy el único que lo dijo en esa reunión de La Moncloa. También lo ha dicho el presidente de Murcia en una reunión en ABC. ¿Por qué? Porque ha sacado el 65% de votos y lo puede decir. En muchos pueblos, como en Torre Pacheco, sacó un 70 y pico...

-Está muy puesto en la estadística electoral de la Región.

-Es mi tierra. Como le decía antes, en el copago hay un factor disuasorio, y otro factor de que las cosas tienen que costar un poquito. Ojo, digo que sea una pequeña cantidad.

-¿En sus planes futuros figura iniciar una reconquista de la posición que tenía antes?

-No. Mis planes futuros están más relacionados con mis nietos. El futuro, para mí, es un futuro de paz. Sigo siendo un accionista, un agricultor murciano y tal. Por lo tanto, ya he hecho bastante. El que venga detrás, que arree.

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