Daniel Conesa defiende que debe ser el Estado el que inste a Marruecos para que disponga una mayor dotación de medios humanos

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Prosigue la entrada de inmigrantes irregulares en territorio español. Según confirmaron fuentes de la Delegación del Gobierno, a las 07.40 horas de ayer miércoles llegaba al puerto comercial una embarcación a motor con diez subsaharianos a bordo, con seis hombres, dos mujeres y dos niños. Cinco de ellos fueron trasladados al Hospital Comarcal por presentar síntomas de hipotermia, pero su estado de salud no reviste gravedad. No obstante, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) ha reducido de manera ligera su saturación con la salida de algunas personas que han sido trasladadas a la península. La cifra actual de acogidos es de 665, número inferior al de los últimos datos facilitados, que excedía los 700.

Sobre la llegada de inmigrantes irregulares a Melilla, el Gobierno de Juan José Imbroda ha reconocido que la situación comienza a ser «preocupante». En declaraciones a COPE, el portavoz Daniel Conesa reconoce que las autoridades españolas «poco pueden hacer» si Marruecos no dispone la vigilancia necesaria para evitar que estas entradas ilegales se sigan produciendo. Cree que debe ser el Ejecutivo central el que pida al país vecino «un incremento de la colaboración» con una mayor dotación de medios humanos o materiales. «No creo que Marruecos esté propiciando esta situación, pero está claro que no ha acordado la vigilancia necesaria para que estas entradas no se sigan produciendo, porque estamos hablando de entradas ilegales en la Unión Europea», dijo.

Subrayando que estas entradas ilegales trascienden al ámbito de Melilla, remarca que Marruecos, «que tiene un acuerdo preferencial con la Unión Europea», debe hacer todo cuanto esté en su mano para que disminuya este goteo constante de irregulares, «por lo que Marruecos debe poner todos los medios necesarios para que esto no se produzca y, al mismo tiempo, la Unión Europea debe colaborar con el país vecino».

«Dentro de la normalidad»

Mientras tanto, desde la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración se asegura que el número de inmigrantes llegados a bordo de pateras en las últimas semanas «está dentro de la normalidad» y que serán repatriados a sus países de origen. Señalan que «el número de llegadas de inmigrantes está dentro de la normalidad, una cifra que en verano siempre aumenta» y se subraya que España cuenta con «un sistema perfectamente preparado para gestionar la llegada de ciudadanos extranjeros» que está funcionando «correctamente».

Según informa EFE, la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración recalca que «el traslado a la península de extranjeros que han llegado a Ceuta y Melilla de forma irregular es un proceso absolutamente habitual y su trasladado a la península es previo a su expulsión», por lo que los extranjeros llegados a Ceuta y Melilla serán trasladados a la península «como parte del proceso previo a su expulsión».

La «alucinación» de Jiménez

De igual modo, el portavoz del Gobierno se refirió en esa entrevista radiofónica en COPE al anuncio realizado por la ministra Trinidad Jiménez, quien días atrás aseguró que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está dispuesto a que los marroquíes que sean residentes en España voten en las elecciones municipales, siempre y cuando Marruecos apruebe por referéndum la nueva Constitución, en la que consta que los extranjeros que viven allí puedan también participar en los comicios locales.

Daniel Conesa está convencido de que la ministra de Asuntos Exteriores estaba sufriendo «un estado de alucinación» cuando hizo estas declaraciones. A su entender, es «difícil» que entre España y Marruecos pueda existir una reciprocidad ya que, apunta, son dos países con diferentes estatus democráticos. La opción de que los extranjeros puedan votar en las municipales o no se ha basado en la reciprocidad, pero matiza que las elecciones de Melilla trascienden el ámbito municipal.

Desde el Gobierno autónomo se entiende que no se puede alcanzar un acuerdo de reciprocidad con un país que «atenta» contra los intereses y la soberanía de España al reclamar las ciudades de Ceuta y Melilla, por lo que «espera y desea» que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero no llegue a plantear una cuestión que, recalca, «no parece que sea una urgencia», ya que las próximas elecciones municipales llegarán en el año 2015, «por lo que queda tiempo por delante».

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