En 2007 obtuvo 44 votos, pero el candidato del PASUR decide repetir con la convicción de que será «un concejal del pueblo y para el pueblo» Candidato de Partido del Sur  

Sur | Entrevista (Dumet Grayeb)

Ha empapelado las calles de Marbella con su imagen, lo que le ha valido una denuncia ante la Junta Electoral. Él responde al resto de formaciones «que no se pongan nerviosos».

-¿Cuáles son las principales líneas del programa del PASUR?

-Siguiendo el símil de El Quijote, vamos en beneficio de todos y en perjuicio de nadie. La primera iniciativa que llevaremos al pleno del Ayuntamiento es proponer a todas las fuerzas políticas un pacto de no agresión, de cuatro años, plazo que se estima para salir de la brutal crisis económica. En ese tiempo hay que dejar aparcados los proyectos faraónicos y trabajar en reducir el gasto municipal.

-En las elecciones de 2007 apenas obtuvo 44 votos. ¿Qué le lleva a repetir?

-Continuar con un proyecto que se inició en 2007, y que verá sus frutos si los ciudadanos quieren el 22 de mayo, cuando llevemos la voz de los que nos han votado y de los que no, a los plenos del Ayuntamiento de manera cercana, cálida. Quiero ser un concejal de pueblo y para el pueblo, sin formalismo y con respuesta rápida. Y obviamente seguir siendo el mismo.

-¿Qué ofrece PASUR que no tenga el resto de partidos?

-La credibilidad de un candidato que ostenta un doctorado por la Universidad Pontificia, amén de un abogado con una trayectoria profesional impecable, que salta a la política para servir a los hombres y mujeres de este pueblo como agradecimiento de lo mucho que ha recibido y por esa llamada al corazón de Dios que me empuja.

-El resto de formaciones le han denunciado ante la Junta Electoral por los carteles que ha pegado por toda la ciudad.

-Todos los partidos han colocado carteles, y si alguien demuestra lo cotrario me retiro de las elecciones. Basta un pequeño paseo por la ciudad para probar mi veracidad. La denuncia viene por la Policía Local y un partido. Les contesto con El Quijote: «Sancho: nos ladran; y El Quijote responde: señal que cabalgamos, y que no se pongan nerviosos».

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