Turismo de salud, sí; turismo sanitario, no

Fecha Publicación: 
26 Abril 2012

Thalasia ha duplicado en un año su número de consultas médicas y de pernoctaciones. Los balnearios y centros de talasoterapia buscan pacientes en Rusia y Escandinavia.

La Verdad | Noticia

Uno genera ingresos, riqueza y puestos de trabajo. El otro, un agujero de 1.000 millones de euros, según el informe del Tribunal de Cuentas de 2011. El Ministerio de Sanidad quiere poner freno al turismo sanitario, con la prohibición de lo que considera «abusos» y «malos usos» de la asistencia sanitaria por parte de extranjeros. Nada que ver con el turismo de salud, que en la Región quiere atraer a clientes-pacientes de Escandinavia y Rusia, sobre todo- para consolidar su oferta de tratamientos especializados para dolencias crónicas a base de hidroterapia, tan ancestral en su uso como innovadora en las nuevas técnicas y aplicaciones.

La oferta de turismo de salud, que en la Región se engloba en un Consorcio de 11 establecimientos; padece, como el resto del sector, la fatal dependencia del visitante nacional, de capa caída en esta etapa de crisis. Para el presidente del Consorcio de Turismo de Salud, Miguel Lloret, a su vez gerente del Balneario de Archena, «tenemos valores muy potentes pero no suficientemente conocidos y eso está haciendo daño, porque Murcia a nivel internacional es cero, no se conoce».

La moda del 'wellness' o servicios de bienestar, belleza y relax que despegó en los años noventa, abrió las puertas de los balnearios a un nuevo tipo de cliente y popularizó los 'spa'. Este turista escasea ahora más por la situación económica; es menos fiel al tratamiento termal y además encuentra en el escaparate otras alternativas de ocio. Ante una nutrida competencia de 'spa', los balnearios quieren explotar sus valores más sólidos, las aguas minero-medicinales, declaradas de utilidad pública, de Archena, Fortuna y Mazarrón, los equipos médicos que avalan sus tratamientos y unas instalaciones modernas que han recibido cuantiosas inversiones en los últimos años.

«Los tratamientos ya son el 50% de la actividad de Archena y más en Fortuna, pero ahora estamos haciendo más incidencia en este cliente, apostando más por la salud», indica Lloret.

A pesar de que casi el 68% de los turistas de salud proceden de otras comunidades autónomas, y solo el 21,6% del extranjero, «es en el centro y norte de Europa donde hay una cultura en la clase médica y en el sector público de la eficacia de los tratamientos de aguas para las dolencias, porque el Estado ve revertirse esta inversión, ya que se evitan bajas laborales y el coste en medicamentos», explica el presidente del Consorcio.

«El Imserso, aunque con un modelo diferente, lleva 24 años trabajando en esta dirección, ya que no es dinero subvencionado pues se produce un retorno y el Estado lo recupera y además mantiene puestos de trabajo», expone Lloret. La diferencia va más allá, para la doctora Carla Morel, especialista en Hidrología Médica del centro Thalasia de San Pedro del Pinatar, que ofrece tratamientos a base de agua de mar. «En España no se incluye en el sistema sanitario de salud, sino en Asuntos Sociales para pensionistas, mientras que en Alemania y Francia, sí», destaca la doctora.

Rehabilitación con aguas

Thalasia ha comenzado a sacar partido de su vertiente médica y su especialización en técnicas de rehabilitación en el agua marina. Ya reciben grupos de pacientes suecos que se recuperan de ictus cerebral, un mal que afecta cada vez más a personas por debajo de los 45 años, según apunta la doctora Morel. «Además de la recuperación que experimentan, les enseñamos cómo mejorar su vida, ser autónomos, manejarse en una habitación, aprender a cocinar, todo en un ambiente agradable que les motiva más que un hospital», explica la responsable médica de Thalasia. Han tenido que adaptar habitaciones del hotel, instalar colchones especiales y dotar el centro de personal bilingüe, incluidos los fisioterapeutas.

El resultado es un huésped-paciente de estancia media de tres semanas -la tendencia contraria al turismo convencional- que encuentra además en el entorno una costa soleada donde planear posible vacaciones futuras. En las próximas semana recibirán grupos de niños rusos menores de 5 años con retraso psicomotor que encontrarán en la mayor flotación de las piscinas de agua marina un medio ideal para la movilidad.

Con la consolidación del turismo de salud, Thalasia ha duplicado en un año su número de consultas médicas y de pernoctaciones. En 2011 recibieron a más de 64.000 usuarios en el centro termal, de los que 4.000 eran pacientes; es decir, el doble que el año anterior.

El centro explora además nuevas fórmulas como el turismo médico, que permite a un paciente extranjero recuperarse en Thalasia de una operación realizada en alguna clínica privada española o lograr un mayor porcentaje de éxito en las fertilizaciones 'in vitro', gracias al descanso en el centro de talasoterapia.  

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