Residentes europeos, jubilados de oro

Fecha Publicación: 
27 Enero 2013

La urbanización masiva y los recortes presupuestarios en sectores como la sanidad pueden poner freno al creciente porcentaje de «gerontoinmigrantes» comunitarios (GIC)

Levante | Reportaje  (Alba Lúa)
 
La preferencia de los ciudadanos del norte y del centro de Europa por los destinos del Mediterráneo no es ningún secreto. El clima, el ritmo de vida más relajado y el entorno natural español atraen a los retirados europeos, que acaban estableciéndose de forma temporal o permanente una vez terminada su etapa laboral. Hasta ahora todo era perfecto, pero estos nuevos residentes en España cada vez tienen más motivos para quejarse y soñar con volver a sus países. La «gerontoinmigración», comúnmente confundida con el turismo sanitario, es un diamante en bruto para la economía del país, pero España, por el momento, no ha sabido pulirlo.
 
El litoral mediterráneo ha sido, por mucho tiempo, el lugar de recreo estacional de los nórdicos y centroeuropeos, pero estos turistas han ido alargando cada vez más las estaciones. Según un informe de Funcas, el porcentaje de «gerontoinmigrantes» comunitarios (GIC) se ha quintuplicado en un periodo de 15 años, pasando de 86.000 a 436.000 residentes extranjeros. Asimismo, según una encuesta un 90% de ellos se muestran satisfechos con su nuevo estilo de vida. De todas formas, este porcentaje puede variar fácilmente y más en un colectivo como el de los retirados europeos, que depende mucho de las prestaciones sanitarias y, por tanto, sufren los recortes presupuestarios que se hacen en ellas. Al mismo tiempo, la urbanización extensiva y sin regulación que controle si el suelo es o no urbanizable ha generado inseguridad jurídica entre los GIC, que se han visto en ocasiones afectados por la compra de algún inmueble que presentara irregularidades con respecto a la legalidad vigente. La Ley de Costas, por ejemplo, ha sido traspasada en numerosas ocasiones, lo que daña tanto la protección judicial de los dueños de las viviendas como el medio ambiente del lugar donde se construyen. La corrupción en algunas entidades públicas también ha favorecido la impunidad de ciertas irregularidades.
 
El informe de Funcas establece una serie de pautas a seguir para la adecuación de España como destino para los GIC y frenar así el desencanto que puede estar generándose. La mejora de la atención sanitaria y sociosanitaria es rentable en términos económicos y laborales y debería desarrollarse, además, una planificación administrativa que iniciara un sistema de colaboración entre instituciones nacionales e internacionales, tanto para el cobro del servicio al país de origen del paciente como para el traslado de expedientes. Este colectivo de europeo de mayores de 55 años que viene a España a descansar tras su jubilación se presenta más como una inversión que como un gasto. Los jubilados vienen atraídos por el sol que escaseaba en sus países, pero el sistema sanitario público de calidad y el precio de las viviendas son los factores que llevan a muchos a establecerse como residentes. Del mismo modo, son también las principales razones que pueden hacerles volver a sus lugares de origen si se produce un deterioro.
 
España se vio sorprendida por los desafíos que le planteaba ser destino de la «gerontoinmigración» y esto se refleja tanto en la concentración demográfica y urbanística como en un sistema de salud cada vez más falto de recursos. La perspectiva de futuro ha llevado a plantearse diversas opciones como la reinvención de los lugares de residencia de los GIC o el desarrollo de un distintivo de Lugar Europeo de Residencia a los municipios que cumplan una serie de requisitos legales. Cualquier cosa con tal de afianzar el atractivo que estos europeos encontraron en su día en España y aprovechar así la oportunidad de oro que el clima mediterráneo le ha proporcionado al país.
 
Residencias de alemanes en la C. Valenciana
 
La Conselleria de Economía, Industria, Turismo y Empleo trabaja en un proyecto piloto con un operador germano para impulsar la creación en la Comunitat Valenciana de «residencias para ancianos alemanes con necesidad de cuidados» que, incluso podrían ser instalaciones en las que «mantuviesen allí su comida y su forma de vida». Así lo avanzó el titular de este departamento, Máximo Buch, quien planteó esta posibilidad a la Cámara de Comercio y a un operador del sector durante el viaje que realizó en octubre a Alemania, junto al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para captar inversión extranjera.
 
Según explicó Buch, ese operador se interesó por el proyecto y solicitó más detalles. Buch subrayó que «es una gran oportunidad» y argumentó, en este sentido, que «en Alemania no hay suficientes cuidadores y personal de enfermería», y en España sí, por lo que «es más eficiente en coste que vengan aquí las personas mayores y, además, disfruten de un entorno cálido en invierno y puedan salir a pasear sin problemas». Junto a esta iniciativa, en su viaje también contactaron con el principal operador turístico del país, TUI, que se mostró «muy interesado en desarrollar turismo de tercera edad, que es un turismo de invierno, más cultural y de naturaleza», apuntó. Además, según publica el último número de la revista Panorama Social, el 54% de los españoles tiene una opinión «muy desfavorable o algo desfavorable» de España, mientras que solo un 25% de los alemanes tiene una opinión «negativa» sobre el país. Para, Carlos Espinosa, el alto comisionado de la Marca España, el hecho de que cause sorpresa la valoración de Alemania es fruto del «derrotismo español, ya que el país sufre desde hace unos años una oleada de pesimismo». Espinosa resaltó que «la gente sigue teniendo buena imagen de España».

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