ComentOEG, nº 26

Fecha Publicación: 
22 Noviembre 2013

Proyección INE de la población de España a corto plazo (2013-2023)

Rafael Durán (editor del OEG)

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De acuerdo con la proyección de la población de España a corto plazo calculada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y difundida con fecha 22 de noviembre de 2013 (véase Nota de Prensa), el país perdería 2,6 millones de habitantes en los próximos 10 años (incluido 2013) si se mantienen las tendencias demográficas actuales. De acuerdo con las últimas informaciones disponibles, se prevén para el año en curso unas 292 mil “inmigraciones”, un 7,1% menos que en 2012, en que a su vez disminuyeron las nuevas inscripciones en el Padrón respecto del anterior. El INE calcula para cada uno de los años de la proyección (hasta 2022, incluido) un incremento regular de 291.909 nuevos registros foráneos por año y un saldo migratorio decreciente de 2013 a 2022. De esos extranjeros que se empadronarían anualmente, tendrían 55 o más años de edad unos 30.200, que son las nuevas inscripciones que se prevén para 2013.
 
Según otros datos del propio INE, en 2012 se empadronaron en España algo más de 40 mil gerontoinmigrantes de esa edad (véase gráfico), lo que elevaba la cifra total de residentes censados a 723.790. De estos, más de 354 mil (el 79,5%, ciudadanos de la UE o del EEE) eran mayores de 65. El dato es interesante respecto del fenómeno gerontomigratorio y de sus concomitancias con otros fenómenos de interés público actual como el turismo residencial y el turismo de salud. Es tanto más interesante habida cuenta de que, si en 2012 han disminuido en más de 15 mil los extranjeros empadronados respecto de los inscritos en 2011 (sin distinción de edades ni nacionalidades), el dato de los mayores de 55 y de 65 años no solo no se ha visto reducido, sino que ha sido mayor que el incremento experimentado a su vez en 2011 respecto de 2010.
 
 
España, en consecuencia, parece seguir siendo un atractivo lugar europeo de retiro. Podría estar recuperándose de los descensos experimentados en 2010 y en 2011, menos acentuados, por otra parte, entre los mayores de 65 que entre los de 55 años. Con todo, está por ver si el dato de 2012 marca el inicio de una nueva tendencia o si la tendencia sigue siendo negativa. De hecho, los nuevos empadronamientos de mayores de 55 registrados en 2012 respecto de 2011 suman menos que los experimentados en 2010 respecto de 2009 y en el resto de la serie hacia atrás en el tiempo. Aparte de la incidencia de la crisis económica en la decisión de cambiar de residencia por parte de los europeos retirados o con ese horizonte vital, hay cuestiones relativas a la asistencia sanitaria y a la seguridad jurídica en la adquisición de viviendas sobre las que podrían emprenderse acciones gubernamentales correctoras, incentivadoras de la decisión de trasladar su residencia y su poder de compra a España.